La novena edición de la campaña de recolección de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y pilas denominada “Déjalos Ir”, llevada a cabo este sábado en la Plaza del Estudiante, ha concluido éxito, logrando una cantidad importante de acopio gracias a la importante participación de la población cruceña.
El evento logró recolectar más de dos toneladas (2.000 kg) de residuos RAEE y cerca de 200 kilogramos de pilas usadas, destacando la conciencia ambiental de los ciudadanos de Santa Cruz de la Sierra.
Ariel Paz, Director de Gestión de Residuos Sólidos de Emacruz, expresó su satisfacción. “Ha sido todo un éxito, hubo bastante participación de la población. Sobrepasamos las dos toneladas de residuos RAEE y casi 200 kilos de pilas. Lo importante es que la gente se dio cita, personas de toda edad se acercaron a traer sus residuos de sus domicilios”, señaló Paz. Entre los residuos RAEE recibidos, se destacaron aparatos como teclados, monitores, televisores antiguos y, por supuesto, las pilas.
Paz hizo hincapié en la importancia de la gestión adecuada de estos residuos, ya que son considerados altamente peligrosos para la salud y el medio ambiente si se desechan junto con la basura común.
Los residuos recolectados serán gestionados por las operadoras autorizadas, entre las que se mencionaron Bolrec, 360, Cedare y Tropiflor, quienes son las encargadas de garantizar una disposición final correcta, tanto para los RAEE como para las pilas.
Finalmente, se reiteró el llamado a la comunidad: “No botemos estos residuos al mismo bote de basura donde ponemos los residuos comunes. Son altamente peligrosos. Por favor vecino, acérquese, lleve, cuidemos entre todos nuestra querida Santa Cruz.”
El éxito de esta jornada subraya el compromiso de Santa Cruz con el cuidado del medio ambiente y la necesidad de continuar promoviendo la gestión responsable de los residuos electrónicos.
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Sobre los RAEE: Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) son aparatos que han cumplido su vida útil y, debido a sus componentes tóxicos (como plomo, mercurio, cadmio, etc.), requieren un manejo diferenciado para evitar la contaminación del suelo y el agua, y proteger la salud pública.